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#Desmitificando: los 10 peores errores nutricionales (parte 2)


6) Pensar que "ser flaco" quiere decir que estás saludable.

No necesariamente. Es mejor no tener sobrepeso, pero es perfectamente posible ser flaco y diabético. Ser flaco y tener un infarto, o un derrame, o cáncer. La asociación entre ser delgado y ser saludable es eso, una asociación, pero obviamente ser delgado no causa buena salud por default, es decir, no es "requisito suficiente" para estar saludable. Muchos programas para bajar de peso se basan en "pocas calorías" sin considerar salud o nutrición de calidad. Es más, muchas veces se usan productos procesados sin valor nutricional, a base de carbohidratos y/o azúcares, "bajos en calorías", "bajos en grasa", para inducir a la gente a seguirlos y efectivamente perder kilos, pero también bienestar. Una vergüenza...

// CONSEJO: El verdadero bienestar va mucho más allá de tu peso. Adecuada composición corporal, nivel de energía, lucidez y concentración, sueño, eliminación,

sistema inmune, balance metabólico...

5) Usar vitaminas para "compensar" los malos hábitos alimenticios.

¡Ojo que las empresas que fabrican vitaminas también tienen fines de lucro! Tratarán de convencerte de que puedes compensar tus malos hábitos simplemente tomando una cápsula al día. Esto obviamente NO es cierto. En temas de salud, no es tan fácil "deshacer" con una mano lo que hiciste con la otra... los suplementos son solamente eso, suplementos. Pueden cumplir un rol muy útil en el contexto de una dieta y estilo de vida saludable, pero nunca, NUNCA, serán un sustituto y no arreglarán nada por sí solos.

// CONSEJO: No te dejes "mecer" por trucos de

márketing. La "vitamina" más importante, tu mejor

"medicina", es lo que comes diariamente. El resto

es solo complementario.

4) Pensar que el ejercicio puede compensar los malos hábitos alimenticios.

Esta idea es bastante generalizada, y se usa para racionalizar las malas decisiones a la hora de comer. Hoy McDonalds, mañana maratón. La bioquímica personal no la determina el ejercicio, la determina la manera de comer. De hecho el ejercicio tiene muchos beneficios, por ejemplo, puede ayudar a mejorar la sensibilidad a la insulina. Pero ciertamente, fuera de ayudarte a quemar algunas calorías, jamás compensará la calidad nutricional de lo que comes. El ejercicio es un adjunto a una dieta saludable... no un sustituto.

// CONSEJO: El verdadero bienestar incluye a la

actividad física como uno de sus pilares, pero en conjunto con una alimentación adecuada, buenos hábitos de sueño y manejo del estrés, control de tóxicos...

3) La creencia de que la genética determina tu destino.

Aunque no lo creas, tenemos un control de entre 80-97% sobre nuestra expresión genética. Todos tenemos genes "dormidos o latentes" para toda suerte de cosas, buenas y malas. Pero no eres gordo simplemente porque tus padres fueron gordos. O diabético, o tendrás un infarto porque otros miembros de la familia lo han tenido. La genética tiene cierta influencia, sin lugar a dudas, pero los genes se activan o desactivan por genes reguladores, y estos últimos están principalmente controlados por NUTRIENTES. Un gen (bueno o malo) sólo se expresará si el ambiente interno le presenta un territorio "fértil". Tenemos control de esto, a través de los alimentos que consumimos, de las emociones que habitualmente escogemos experimentar, de la toxicidad del ambiente en el que vivimos, y del estilo de vida que consistentemente escogemos para vivir. Aprendan a ser los dueños de su propio destino genético.

// CONSEJO: Escoge inhibir la "mala" genética"

siendo proactivo/a: buena alimentación, ejercicio,

buen manejo del sueño, emociones, estrés....

opta rutinariamente por un buen estilo de vida, ¡ése es el secreto!

1) La creencia de que comer una dieta de calidad es demasiado caro....o muy difícil o complicado de mantener.

Esto tampoco es cierto. Comer saludablemente no tiene por qué ser caro, y además, hay que tomar en cuenta los ahorros a futuro en cuanto a cuentas médicas o de pérdida de ingresos por enfermedades crónicas. Ahora, tampoco es que sea ciega: queda claro que comer lo "mejor de lo mejor" en cuanto a la calidad tiene un costo. Sin embargo, entre esto y comer lo más "barato, rápido y práctico" ciertamente hay un espacio interesante para encontrar lo saludable. ¿No puedes costear lo orgánico? Ok. Busca al menos un alimento natural, no procesado. Tu cuerpo agradecerá esta elección. Lo que sí es evidente es que en el mundo de hoy, una dieta saludable sí requiere a veces cierta planificación, ya que la vida moderna está hecha para comer a la volada, y comer lo que está a la mano, que no es por lo general lo más saludable. Al final, es el conjunto de pequeños comportamientos y hábitos cotidianos, y el efecto sumatoria de ello, lo que tiene a largo plazo un impacto en tu bienestar. No es cuestión de gastarse millones en toda suerte de ingredientes de pequeñas tiendas orgánicas, sino de tomar buenas decisiones, y ser consistente con los hábitos claves para nuestro bienestar.

// CONSEJO: Una alimentación de calidad no es un

gasto, sino sobre todo una inversión en salud. Del

mismo modo que priorizas buenos materiales al

construir tu casa, pon cimientos sólidos para tu

cuerpo, que es tu "activo" más importante. ¿Te das

cuenta realmente de esto? Si pierdes la salud...¿qué

otra cosa será tan importante?

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