Quién tiene la culpa: ¿yo, o la tiroides?
Las personas tienden a querer ´culpar' a la tiroides cuando, por ejemplo, suben de peso, o les es difícil bajar. O sea: la culpa la tiene la tiroides, obviamente 'yo' no. A veces podría ser cierto... pero otras no. No es que la tiroides 'de la nada' funciona bien o funciona mal, como si fuera una entidad 'disociada' de lo que haces en tu día a día. Lo que comes ¡sí importa! Ahí estarán los nutrientes que la tiroides necesita para optimizar su función.
Imagen de Rasi Bhadramani para www.mintrxpharmacy.com
La tiroides es una pequeña glándula en forma de mariposa ubicada detrás de la laringe (pesa en promedio solo 20-60 gramos)... pero no te dejes engañar por el tamaño: ¡cumple funciones muy importantes! Es como un 'maestro de ceremonias' en el cuerpo. Es una glándula vital, jugando un rol importantísimo en el metabolismo (es decir la manera en que el cuerpo usa energía), en el crecimiento y desarrollo del cuerpo humano. Contribuye a regular muchas funciones a través de la secreción constante de hormonas tiroideas en la sangre. Por ejemplo, si tienes frío, la tiroides reacciona produciendo más hormonas (regulando la temperatura corporal); lo mismo en un niño en pleno crecimiento, o durante el embarazo. Pero si la tiroides no está funcionando bien... se dificulta el mantenimiento del equilibrio (homeostasis) en todo el cuerpo.
Algunas otras funciones vitales reguladas por la tiroides, además de las mencionadas:
respiración
ritmo cardíaco
sistema nervioso central y periférico
peso corporal
fuerza muscular
ciclos menstruales
niveles de colesterol
¿Te das cuenta de lo importante que es? A pesar de ser éste solo un mini-resumen, la amplitud de efectos que tiene en el cuerpo es increíble. Si la glándula funciona bien, todo en orden. La tiroides se 'comunica' con las glándulas adrenales, la pituitaria, y el hipotálamo, así como con los riñones, el hígado y el músculo esquelético. Si la función tiroidea empieza a flaquear... ¿te imaginas la cantidad de procesos que se pueden comprometer?
Cuando los niveles de hormona tiroidea en el cuerpo están bajos ('la tiroides está lenta', o hipotiroidismo), algunos de los síntomas comunes que se presentan son:
sensación de cansancio, fatiga
acumulación de grasa corporal y menor capacidad para eliminarla
colesterol elevado
menor energía para el cerebro: dificultad para concentrarse
incremento de peso
sequedad en piel y pelo
depresión
sensibilidad a temperatura fría
ciclos menstruales abundantes
estreñimiento
Cuando los niveles están altos (hipertiroidismo), algunos síntomas comunes son:
ansiedad
irritabilidad
nerviosismo, hiperactividad
pérdida de peso
caída de cabello
temblores en las manos
sensibilidad a temperaturas altas, sudoración
Dicho esto, no hay que esperar a tener un problema para empezar a actuar. De manera preventiva, creo que es muy importante crear en tu día a día las condiciones para que la tiroides (y todo tus órganos, en realidad), funcionen óptimamente. ¿Y de qué se trataría eso? ¿cómo lo hago?
De arranque: una alimentación óptima. Esto es esencial, ya que la función tiroidea depende mucho de los niveles de micronutrientes que se extraen de los alimentos (vitaminas, minerales) y de la salud del aparato digestivo. ¿Qué podría hacer tu tiroides, crees tú, con una dieta alta en productos industrializados, azúcares, harinas, grasas trans, gaseosas, alcohol? No mucho... El cuerpo es una maquinaria finísima y compleja, pero necesita materia prima de primera calidad para dar los resultados que esperas. De otro modo, no tengas falsas expectativas. Haz de cuenta de que tienes un carro de alta gama, y le pones gasolina de mala calidad. Obvio que no vas a tener los resultados que esperas. La tiroides es igual. NO esperes milagros si no le das lo que necesita. Además de la alimentación, otros detalles fundamentales del estilo de vida también son muy importantes: un buen hábito de sueño (en calidad y cantidad), actividad física rutinaria, y manejo del estrés.
Sugiero una alimentación basada en productos naturales, de preferencia orgánicos: alta proporción de verduras, con presencia de proteína animal (pescado, aves, huevos, carne) y grasas buenas (pescados grasos, palta, nueces y semillas, aceituna, aceite de oliva extra virgen, coco, aceite de coco virgen, mantequilla clarificada). Evitar: productos industrializados, azúcar en general, productos altos en carbohidratos, jugos/bebidas azucaradas, grasas trans (margarina, productos embolsados, productos de pastelería y pastelería, papas fritas, aceites vegetales de semillas parcialmente hidrogenados, etc.).
¿Qué vitaminas y minerales son importantes paras el funcionamiento de la tiroides, y cuáles son las fuentes principales?
yodo (algas, productos marinos)
selenio (nueces del Brasil, proteína animal, huevo orgánico)
vitamina D (hígado de res, salmón, sardinas, yema de huevo, ostras)
hierro (proteína animal, vísceras, sangrecita, nueces, hojas verdes)
B12 (vísceras, almejas, sardinas, carnes en general)
vitamina C (pimientos, camu-camu, brócoli, coles de Bruselas, hojas verdes, cítricos)
omega 3 (salmón salvaje, carnes de pastura, algas)
zinc (huevo orgánico, proteína orgánica, vísceras)
Antes de terminar, quiero mencionar varios factores (no necesariamente asociados a la dieta) que son tóxicos para la función tiroidea, y que debes evitar cada vez que sea posible:
contaminación por metales pesados
pesticidas, herbicidas y otros tóxicos ambientales
fluctuaciones hormonales (niveles fluctuantes de insulina, por ejemplo)
microflora intestinal alterada (puede afectar la absorción)
medicamentos, tales como antibióticos (afectan la microflora intestinal)
presencia de infecciones crónicas
carcinógenos presentes en la dieta (p. ej. carnes cocinadas a muy altas temperaturas)
cigarrillo
alcohol
malos hábitos de sueño (dormir poco y mal)
O sea que ahí lo tienes: optimiza tu alimentación, minimiza aquello que daña a la tiroides, concéntrate en aquello que la beneficia. Mi recomendación: crea las condiciones necesarias para que tu tiroides (y tu cuerpo en general) puedan funcionar óptimamente. 'Limpia' tu entorno. Día tras día. Nunca es demasiado temprano para empezar. Como repito constantemente, es el único cuerpo que tienes, y no es posible comprar uno de repuesto cuando el tuyo se malogre.
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