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#Desmificando: ¿da igual cualquier azúcar?

  • Foto del escritor: Fátima Aramburú
    Fátima Aramburú
  • hace 3 días
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: hace 3 horas

¿Todo lo “natural” es saludable? 🍯🥥🍎

Muchos creen que si el azúcar viene del coco, el agave o está en un jugo de frutas, “no pasa nada”. Pero no es tan simple. Una cosa es comer una fruta entera, y otra muy distinta es tomar su jugo o consumir su azúcar concentrada en snacks, barras o postres “saludables”.

En este post te explico los diferentes tipos de azúcar, cómo afectan tu cuerpo y por qué no todo lo dulce es inocente.

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Imagen de www.levelshealth.com



¿Qué tan dulce es demasiado? Todo lo que necesitas saber sobre el azúcar y sus diferentes formas


El azúcar es un carbohidrato simple, y como tal, una vez que ingresa a tu cuerpo se convierte en glucosa para ser utilizada como fuente de energía. Sin embargo, el problema no es el azúcar en sí, sino la cantidad y la forma en que la consumes. Hoy en día, muchas personas ingieren cantidades excesivas de azúcar sin siquiera darse cuenta, lo que a largo plazo puede tener consecuencias desfavorables para la salud.


Una cosa es consumir el azúcar que está naturalmente presente en vegetales o frutas, y otra muy distinta es ingerirla en productos procesados, jugos, bebidas azucaradas, pastelería industrial o snacks. Por ejemplo, una manzana entera contiene azúcares naturales acompañados de fibra, lo cual enlentece la absorción de glucosa en el cuerpo y genera saciedad. En cambio, un jugo de manzana (aunque sea “natural”) entrega un shot de glucosa y fructosa sin la fibra que amortigua su efecto. Esto genera un pico de azúcar en sangre, una liberación alta de insulina, y puede fomentar antojos o fluctuaciones de energía poco saludables.


El consumo habitual y excesivo de azúcar puede contribuir al desarrollo de resistencia a la insulina, prediabetes, sobrepeso, obesidad, enfermedades cardiovasculares y más. También puede generar síntomas como fatiga, falta de concentración o “niebla mental”. Y lo más preocupante: muchos de los productos que la gente consume a diario (barras energéticas, cereales, yogures “light”, jugos, snacks, etc.) contienen altos niveles de azúcar, aunque se promocionen como saludables.


Además, quiero decirte que muchas veces el azúcar no aparece con su nombre clásico en las etiquetas. Hay decenas de sinónimos o derivados: jarabe de maíz, néctar de agave, melaza, dextrosa, maltosa, azúcar invertido, gelatina, entre otros. Estar informados y saber leer las etiquetas es clave.


Aquí te dejo una guía rápida de los tipos más comunes de azúcar:


  • Azúcar blanca: Sacarosa casi pura (99%), muy refinada. Rápida absorción y efecto fuerte sobre la glucosa en sangre

  • Azúcar rubia: Sacarosa mezclada con algo de melaza. Efecto similar al azúcar blanca, con mínimas diferencias nutricionales

  • Agave: Más fructosa que glucosa. Impacta menos la glucosa en sangre, pero puede sobrecargar el hígado a largo plazo

  • Azúcar de coco: Tiene algunos minerales y un índice glicémico más bajo, pero su efecto metabólico es similar al azúcar común

  • Miel: Contiene antioxidantes y propiedades antibacterianas, pero sigue siendo azúcar. No recomiendo abusar de ella

  • Jarabe de maple: Natural, pero rico en sacarosa. Tiene algo de micronutrientes si no está refinado

  • Jarabe de yacón: Rico en fructooligosacáridos, impacta poco la glucosa pero puede causar molestias digestivas si se consume en exceso


Conclusión: No importa tanto el nombre del azúcar, su envase bonito o la etiqueta que lo promocione como “natural”. Lo importante es la cantidad total que consumes, la rapidez con que se absorbe, y cómo esto afecta TU cuerpo. Lo ideal es reducir el consumo de azúcares añadidos, especialmente en bebidas y productos procesados e industrializados. Si necesitas un sabor dulce, opta por alternativas naturales sin calorías como la estevia (pura), el monkfruit (fruto del monje) o la alulosa.


Adaptado de:

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