Potencia tu sistema inmune: come colores
¿Cuántos colores pones en tus ensaladas? ¿2-3-4? Pues te estás perdiendo de una cantidad alucinante de nutrientes. El reino vegetal es una fuente riquísima de vitaminas, minerales y fitoquímicos, pero para realmente sacar provecho de ella, tienes que comer una variedad de colores.
¡Qué belleza! En la imagen solo una parte pequeña de lo que ofrece el reino vegetal. Esos colores no son solo para deleitar tu vista... traen mucha nutrición concentrada dentro. Y hay que aprovecharla al máximo, sobre todo en el contexto que estamos viviendo.
Los productos del reino vegetal proveen vitaminas y minerales, pero también una gran variedad de fitoquímicos, sustancias poderosas con múltiples funciones. Los fitoquímicos no son vitaminas, y tampoco son minerales, pero fortalecen el sistema inmune, previenen enfermedades crónicas y contribuyen a un mejor estado de salud. La presencia de estos compuestos se asocia mucho a los colores intensos en el reino vegetal. Se calcula que existen por encima de 25,000 de este tipo de compuestos, entre polifenoles, flavonoides, carotenoides, antocianinas, resveratrol, etc.
Aquí un breve resumen de las propiedades según el color:
AZUL-MORADO: indica presencia alta de antocianinas. Estos polifenoles benefician al cerebro, ayudan a prevenir coágulos y protegen de la degeneración celular. Algunas buenas opciones: col morada, berenjenas, coliflor morada, beterragas, arándanos, papas moradas, aceituna negra, moras, ciruelas, cebolla roja.
VERDE: presencia de fitoquímicos como sulfurofano, isocianatos e indoles, los cuales se asocian a la prevención del cáncer y además ayudan mucho en los procesos de detoxificación. Fortalecen el sistema inmune, la salud cardiovascular y el sistema nervioso. Ejemplos: arugula, acelga, kale, espinacas, berros, diente de león, col, lechugas oscuras, aceitunas verdes, cebollita china (parte verde), espárragos, alcachofas, palta, brocoli, coles de Bruselas, pak choy.
NARANJA Y AMARILLO: estos colores indican la presencia de alfa y beta-carotenos. Se les atribuye protección contra el cáncer, así como beneficios para la piel y los ojos (alfa-carotenos), y el beta-caroteno como un antioxidante (es un precursor de la vitamina A). Algunas opciones son: zanahorias, zapallo, camotes, kión, naranja, mandarina, albaricoques, durazno, mango, papaya.
ROJO: indica la presencia de un carotenoide llamado licopeno, importante para la salud cardiovascular, y la prevención del cáncer por su poder antioxidante. Se encuentra en: tomates, pimientos rojos, rocoto, zanahorias, cerezas, uvas, frambuesas, fresas, granada. También los espárragos contienen licopeno, a pesar de que no son rojos.
VERDE-AMARILLO: indica la presencia de luteina y zeaxantina, muy importantes para la salud de los ojos y también del corazón. Encuentras estos compuestos en algunos tipo de zapallo, pimiento naranja, espinacas (a pesar de no tener amarillo, contiene los compuestos).
VERDE CLARO-BLANCO: indica la presencia de alicina, compuesto con propiedades anticancerígenas, anti-tumorales, potenciadoras del sistema inmune, antioxidantes (eliminación de radicales libres) y antimicrobianas. Contienen compuestos sulfurados que ayudan al cuerpo con los procesos de detoxificación. Están presentes en: ajo, cebollas, poro, hinojo, coliflor, jicama, hongos, nabo, rabanitos.
Se calcula que el cazador-recolector llegaba a consumir hasta 200 especies vegetales diferentes, y hoy en día, a veces solo consumes 5-10 variedades a la semana. Muy pobre, y lo triste es que no sacas provecho de lo que tienes a la mano. El humano de esa época era muy fuerte, resiliente y resistente. Podía morir joven (por accidentes, traumas o infecciones), pero nunca por enfermedades crónicas. Su alimentación era, por necesidad, muy variada, y siempre orgánica.
Viaja al siglo XXI... la 'modernidad'. Piensa: tus hábitos ¿están realmente alineados con tus necesidades genéticas? Muy probablemente no. Exceso de comida, mucho producto procesado y no orgánico en la alimentación, azúcares y harinas refinadas, aceites vegetales a base de semillas, poca actividad física, sueño corto y malo, poco contacto con la naturaleza, exposición frecuente a luz artificial, estrés crónico... Pobre cuerpo, y debo decirte que no venden de repuesto para cuando el tuyo se malogre. Tu genética, si la comparas con la de un cazador-recolector, no ha cambiado prácticamente nada, pero vaya que el entorno es totalmente otro.
No te voy a pedir que salgas a los campos a recolectar alimentos, obvio, pero es probable que a veces te dejes llevar por la conveniencia y la practicidad. Hasta quizás hayas pensado que en lugar de complicarte tanto puedes seguir comiendo igual, tomar un buen antioxidante y listo. Te pido que pienses otra vez. No es lo mismo un compuesto que se 'aisla', y luego se comercializa, que un compuesto en su forma natural (p. ej. la vitamina C), con todo el aporte de otros compuestos (bioflavonoides) presentes al mismo tiempo en el producto natural, que forman una suerte de sinergia que potencia su biodisponibilidad (la capacidad de que el cuerpo los pueda absorber y utilizar) y los efectos beneficiosos sobre tu salud (tanto de la vitamina C, en el caso puntual que menciono, así como de todo el resto de fitoquímicos presentes en ese producto vegetal). En el contexto de una alimentación pobre en productos naturales, un 'atajo' (un suplemento) es solo eso... no va a solucionar nada.
Entonces... ¿qué puedes comer? Te recomiendo MUCHOS colores. En un artículo pasado sobre la fibra sugería que un buen punto de inicio es tratar de llegar a 30-40 especies diferentes por semana (aquí un listado de productos vegetales para que puedas imprimir e ir marcando durante la semana, y así puedas ir mejorando). No todos los productos vegetales contienen lo mismo, y con una gran variedad te garantizas el mayor aporte posible de nutrientes diferentes. No solo es lindo a la vista, y delicioso, sino que también potencias tu nutrición (y fortaleces tu sistema inmune, es decir tus defensas).
Fuentes:
https://www.phoenixhelix.com/2021/01/15/eat-the-rainbow-on-the-paleo-autoimmune-protocol/
