top of page

Resistencia a la insulina: ¡puedes enfrentarla!

Hambre todo el tiempo, antojos por dulces o harinas, dificultad para bajar de peso, exceso de grasa corporal. Podría ser resistencia a la insulina. Y quizás... ¡ni siquiera sabes que la tienes! Probablemente nunca te hayan medido la insulina en sangre... pero es un dato MUY importante para optimizar tu salud metabólica, tanto presente como futura. La resistencia a la insulina, si no la manejas, puede llevar a síndrome metabólico, diabetes, hígado graso y enfermedad cardiovascular. Estoy segura de que no quieres ninguna de éstas. Lo importante: puedes prevenirlas.



Imagen: doctork.nyc

¿Qué es la resistencia a la insulina?

Para entender mejor, analiza primero la palabra 'resistencia'. Tu cuerpo se 'resiste' a la acción de la insulina: no la escucha, o, si la escucha, no le hace caso. La insulina es una hormona muy importante, producida en el páncreas. Sin insulina, no puedes vivir. Entonces si tu cuerpo no la escucha, o no le hace caso, de todas maneras habrá consecuencias.

¿Para qué sirve la insulina?

Cuando comes carbohidratos, sean dulces o no dulces, éstos se convierten en glucosa al ingresar al cuerpo, la cual es usada como un combustible. Pero para que pueda ser usada como combustible, es necesario que la glucosa entre a la célula. Éste es uno de los roles centrales de la insulina: facilitar el ingreso de la glucosa a la célula para que pueda ser metabolizada. ¿Qué pasa cuando hay 'resistencia a la insulina'? Las células no escuchan el mensaje que está enviando la insulina, y no 'abren' las compuertas para que pueda ingresar la glucosa.

Y si la glucosa no es capaz de ingresar a la célula, ¿qué pasa? Se queda circulando en la sangre... Subirán entonces los niveles de glucosa en sangre, y esto NO es saludable. El exceso de glucosa es tóxico para todo el cuerpo. El páncreas tratará de disminuir el potencial daño de la glucosa alta en sangre (daño que afectará todo tu cuerpo) y segregará más y más insulina, hasta por fin logre que la glucosa pueda entrar a la célula y, por lo tanto, que los niveles en sangre bajen. Pero esto no será gratis. Ni tampoco podrá hacerlo para siempre. Dos problemas que se generan de esta interacción:

1) que el páncreas se 'canse' de segregar insulina sostenidamente, y deje de producirla (y se genere, entonces, diabetes insulino-dependiente)

2) que en la medida en que la insulina esté 'crónicamente' elevada (debido fundamentalmente a una alimentación alta en azúcares y harinas), el cuerpo producirá y almacenará grasa con mucha facilidad, subirás de peso y te será muy difícil bajar. La insulina es la hormona de 'acumulación' por excelencia--> si la tienes estimulada constantemente, fabricarás y almacenarás mucha grasa corporal, y no te será posible perderla.

¿Qué síntomas se asocian a la resistencia a la insulina?

Fuera de ciertos análisis de laboratorio, hay signos y síntomas que podrían sugerirlo:

  • Historia familiar de diabetes, problemas de sobrepeso, colesterol o triglicéridos elevados, hígado graso

  • Antojos frecuentes por alimentos/snacks (dulces o salados) o por comer excesivamente

  • Dificultad para bajar de peso, inclusive haciendo ejercicio o comiendo menos. Sensación de no tener poder de voluntad con respecto a dietas o de ser 'adicto' a los carbohidratos

  • Aumento de peso, sobre todo alrededor de la cintura y facilidad para subir de peso aún comiendo poco

  • Antecedente de ovario poliquístico

  • Engrosamiento y oscurecimiento de la piel en determinadas partes del cuerpo: cuello, axilas, codos, nudillos, ingles, zona genital (esto se conoce como 'acanthosis nigricans')

  • HDL (colesterol 'bueno') bajo

  • Presión arterial alta o limítrofe

  • Dolores de cabeza o náuseas que desaparecen al comer

  • Episodios de hipoglicemia (bajas de azúcar en sangre)

  • Fatiga por las tardes, necesidad de hacer siesta

  • Niveles altos de ácido úrico o gota

Si tienes uno o más de estos signos y/o síntomas, podría tratarse de resistencia a la insulina. Si esta condición no se maneja bien, puede traerte serios problemas crónicos, como síndrome metabólico, diabetes, hígado graso y enfermedad cardiovascular, los cuales disminuirán marcadamente tu calidad de vida (y tus ahorros!).

La buena noticia es que puede ser tratada con mucho éxito, manejando los factores de riesgo que están bajo TU control: alimentación, actividad física, sueño, control de estrés, es decir, tu estilo de vida.

En laboratorio, las pruebas más comunes son:

1) Resistencia a la Insulina mediante HOMA-IR (Homeostatic Model Assessment of Insulin Resistance por sus siglas en inglés)

Se toma muestras de glucosa e insulina en ayunas, y estos valores se trabajan mediante una fórmula para obtener un resultado. Lo ideal es que sea lo más cercano a 1. Si es 1.9, habrá sospecha de RI, y si el resultado es mayor o igual a 2.5, es bastante probable que exista resistencia a la insulina.

2) Tolerancia oral de glucosa e insulina

Al paciente se le toma muestras de glucosa e insulina en ayunas. Luego se le da de beber un líquido que contiene 75 mg de glucosa. Se le toman luego muestras de glucosa e insulina cada 30 minutos, hasta completar 2, 3 o más horas. Generalmente es de 2 horas (se obtendrá la muestra basal en ayunas, y luego 4 muestras más: a los 30, 60, 90 y 120 minutos). Se evalúan los resultados y se determina si la respuesta de glucosa e insulina está dentro de los parámetros normales, o si está elevada, alterada, describe curvas erráticas, o curvas con mesetas 'planas', etc.

Si tus resultados y/o síntomas indican una alteración, lo importante es lo siguiente: en la gran mayoría de los casos, es factible revertir esta condición con un manejo adecuado de la alimentación y del estilo de vida. ¿Darle al cuerpo aquello que puede procesar eficientemente? Fundamental, ¡sin duda! ¿Evitar aquello que no está de acuerdo a tus necesidades genéticas y fisiológicas? ¡Obvio! De otro modo, lo único que estarás haciendo será generar inflamación en el cuerpo, y ésta es el preámbulo de la gran mayoría de las enfermedades crónicas.

El incremento en el peso, en la masa grasa, en la circunferencia de la cintura......la sensación de hambre constante, y el deseo de aún más azúcares y harinas, son simplemente SEÑALES DE ALARMA que te envía el cuerpo para indicar que aquello que le vienes dando NO es lo que necesita. No solo NO es lo que necesita, sino que además lo INFLAMA y terminará enfermándolo.

Lo asombroso es que algunas personas muchas veces cuidan mejor a su carro y a su perro que a sí mismos. ¡Como si tuvieran la oportunidad de una segunda vida en donde harán las cosas de manera diferente! La oportunidad es ahora. Te sugiero tomar un rol activo en prevenir y revertir la resistencia a la insulina, y de todas las condiciones crónicas asociadas a ella. De hecho saldrás ganando.

Para pensarlo...

590 visualizaciones
Destacados
Archivo
bottom of page